Cansancio crónico: ¿Es estrés, falta de sueño o algo más?
El cansancio constante puede afectar de manera importante tu calidad de vida, tu productividad y tu bienestar emocional. Si te sentís agotado frecuentemente y no sabés por qué, quizás tu cuerpo te está enviando señales que no deberías ignorar. Este cansancio puede ser un síntoma de múltiples factores, desde hábitos de vida hasta condiciones médicas que requieren atención profesional. En este artículo, te explicamos las causas más frecuentes del cansancio crónico y qué hacer para sentirte mejor.
1. Falta de sueño
Dormir menos de 6 horas por noche puede provocar fatiga crónica, irritabilidad y disminución del rendimiento. Durante el sueño, el cuerpo se recupera: repara tejidos, refuerza el sistema inmunológico y consolida la memoria. Sin un descanso adecuado, estas funciones se alteran, generando una sensación de agotamiento constante.
Consejo práctico:
Establecé una rutina de sueño de 7 a 8 horas diarias. Evitá el uso de pantallas al menos 30 minutos antes de acostarte y creá un ambiente relajante en tu habitación: mantenela oscura y a temperatura agradable. La exposición a la luz solar por la mañana también puede mejorar tu ritmo circadiano.
2. Estrés
El estrés prolongado es una de las principales causas de cansancio. El exceso de cortisol que se libera en el cuerpo puede alterar las glándulas suprarrenales y causar fatiga. Además, el estrés afecta la calidad del sueño, creando un círculo vicioso.
Consejo práctico:
Dedicá tiempo a actividades relajantes: caminatas al aire libre, yoga, lectura o deportes suaves. La respiración profunda y las pausas activas ayudan a reducir el estrés. No dudes en buscar apoyo profesional si sentís que el estrés te supera.
3. Anemia
La anemia por déficit de hierro es frecuente y puede provocar fatiga, mareos y debilidad. El hierro es esencial para transportar oxígeno en la sangre. Cuando falta, el cuerpo se siente cansado y con poca energía. Las mujeres, por la menstruación, tienen más riesgo de desarrollar anemia.
Consejo práctico:
Sumá alimentos ricos en hierro como carnes rojas, espinacas y legumbres. Combiná estos alimentos con fuentes de vitamina C para mejorar la absorción. Si sospechás que podés tener anemia, consultá con un profesional de la salud para realizar un análisis de sangre.
4. Deficiencia de vitaminas
La falta de vitaminas B12 y D también puede causar fatiga. La vitamina B12 es clave para la producción de energía y el sistema nervioso, mientras que la vitamina D interviene en la función muscular y el estado de ánimo. En Argentina, durante los meses fríos o si pasás muchas horas en interiores, puede ser difícil mantener niveles óptimos de vitamina D.
Consejo práctico:
Incluí en tu dieta huevos, lácteos y pescados para la vitamina B12. Aprovechá la luz solar de la mañana para mantener un buen nivel de vitamina D o, si es necesario, considerá suplementos bajo supervisión médica.
5. Problemas de tiroides
El hipotiroidismo es una causa frecuente de fatiga crónica. La tiroides regula el metabolismo y su funcionamiento lento puede provocar cansancio, aumento de peso y frío constante.
Consejo práctico:
Si sentís fatiga junto con otros síntomas como piel seca, caída del cabello o dificultad para concentrarte, consultá a tu médico para solicitar un análisis de función tiroidea. Un tratamiento adecuado puede mejorar significativamente los niveles de energía.
6. Deshidratación
La falta de agua en el cuerpo puede causar fatiga, dolores de cabeza y falta de concentración. La deshidratación dificulta el transporte de nutrientes y afecta el metabolismo celular.
Consejo práctico:
Bebé al menos 2 litros de agua por día. Si hacés ejercicio o vivís en climas cálidos, aumentá el consumo de líquidos. Llevá una botella reutilizable y establecé recordatorios para mantenerte hidratado.
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